6. MERCADO FLOTANTE - ERAWAN - RIO KWAI

Hoy toca madrugar!! hemos quedado a las 7:00 con Jack para ir al mercado flotante, bajamos un poco nublaos por el sueño, pero sabemos que tenemos un buen rato para dormir en la furgoneta hasta llegar a Damnoen Saduak.

Cuando llegamos paramos directamente en un puestecillo donde nos piden 2000 baths por hacer el recorrido en barca por los canales... 2000 baths!!!!! le digo que si está loco! y que no, que yo me voy más para allá que sé que hay más barcas, le explico que mis amigos estuvieron allí hace un mes y que pagaron 500 baths... el se pone a reir y me dice que la loca soy yo. Le digo que no hay problema, que yo me voy a buscar una barca a otro sitio y todos tan amigos... pero él insiste y le digo que no hay nada más que discutir, que si le parece bien 500 perfecto y que si no nos vamos. Intenta seguir contándome royos, pero le corto y le digo que no hay más q hablar, 500 yes or no? y él: but isvpihsphs..., friend 500 yes or no?? hacemos el gesto de irnos y entonces el grita: ok!! ok!! 500 baths! ufff qué tio! fue el regateo más duro de todo el viaje, jajjajajja, le pagamos y mientras nos montamos en la barca se ríe y me dice que soy muy lista... Sí, sí y tu mu cabezón, hombre! que venimos bien informados ...jajjajajaj

Empezamos el recorrido primero por los canales más alejados del mercado, donde se pueden ver muchas casas parecidas a las de los canales de Bangkok, gente preparando la comida, descansando...


Pienso en la falta de intimidad con la que viven esta pobre gente, todo el día viendo pasar montones de barcas llenas de curiosos turistas, intentando adivinar sus casas por dentro. El incesante ruido de los motores de las barcas rompe la tranquilidad de sus hogares todas las mañanas. Pero ellos sentados en la hamaca de su porche, te regalan su mejor sonrisa... Más tarde comprendí que todo aquel trajín de turistas que perturbaba su calma, seguramente era lo que les daba de comer.
El paisaje alrededor de los canales es bonito, todo muy verde y frondoso.

En el camino, veo una flor de loto, flotando en el agua... es preciosa, y el barquero muy amable, se para, la arranca del agua y me la entrega. Los pobres hacen cualquier cosa por complacerte, con la esperanza siempre de recibir una mínima propina.

Poco a poco, empiezan a aparecer algunos "puestecillos-barcas", venden frutas, bebidas, comida, todo tipo de souvenirs...

Conforme vamos avanzando, cada vez las barcas son más abundantes y empezamos a ver puestos fijos a la orilla de los canales.

En pocos minutos estábamos rodeados de montones de barcas, ofreciendo todo tipo de productos.

Parece que veo un bar!!! jajjajaja. A Alguien le apetece una coca cola???

Logo Coca Cola tailandés

Rápidamente te das cuenta de que es un mercado principalmente encarado el turismo, a parte por el montón de ellos que lo visitan a diario, por el tipo de productos que se venden, todo tipo de souvenirs, sombreros típicos, mucha fruta, comida caliente, bebidas... pero no por eso deja de ser un autentico regalo para la vista.

Nuestra próxima parada será el Parque Nacional de Erawan, famoso por sus 7 cascadas. Nos montamos en la furgoneta y nos echamos otra siestecilla ya que nos espera otro buen rato de camino.

Arrastro tanto cansancio de todos estos días atrás, que me quedo totalmente inconsciente.... jajjaja, cuando despierto, ya estamos allí.

Recomiendo totalmente esta visita, tan solo a unas 3 h de Bangkok, perfecta para escapar por un día del incesante ritmo de la ciudad y perderse en la naturaleza.

Las cataratas se distribuyen en un total de 1500 m, en siete niveles diferentes, y el paisaje en general es maravilloso. Mucha vegetación y enormes raíces te acompañan durante toda la subida.

Un entorno, de cuento de hadas, donde parecen habitar las ninfas de nuestros sueños. El calor es sofocante, pero puedes ir refrescandote en cada cascada, que aparecen como paradisiacos oasis en medio de la jungla.

El agua fluye con ímpetu... turquesa y clara, provocando un sonido intenso a la vez que relajante. Te acompaña desde que entras al parque hasta que lo abandonas.

Jack, se vino con un amigo que visitaba el parque por primera vez, así que se vinieron con nosotros. Aunque solo llegamos a la sexta cascada... sí, sí ya sé que por una... pero es que hacia mucha mucha calor y ya estábamos asfixiaosss!!

Muchos tais, van allí a pasar el día, con los niños, los amigos... Una cosa curiosa, es que se bañan vestidos.

Nos encontramos con este niño que se lo estaba pasando bomba jugando en el agua.






Hay varios sitios, para hacer picnic, poder comer o pararse a descansar. Lo suyo es irse preparado con algo de comer y beber en la mochila, y pasarte medio día allí. Cuando te entre hambre, plantas el chiringuito donde más te guste, y de postre un bañito en una cascada como esta (no olvidéis el bañador!!) :

Cuarta cascada, más o menos la mitad del camino.

Ofrendas animistas, para el espíritu de los árboles. Vimos varios como este:

Esta es la quinta casacada, todo un paraíso! mi favorita.

Flor curiosa

Después de la bajada y una vez de nuevo en el parking, nuestras tripas suenan y nos recuerdan que hace un buen rato que deberiamos haber comido. Así que allí mismo compramos unas patas de pollo y un poco de fruta, en un puestecillo. Comemos allí mismo de pie, mientras hablamos con un par de chicas de Barcelona, que al oirnos hablar, se nos acercan a intercambiar impresiones. Mientras comentamos nuestros planes para los próximos días, un niño, no para de juguetear a nuestro lado, corriendo detrás de una pelota atada a una cuerda, que nunca consigue alcanzar...

Después de un rato de charla y haber llenado nuestras barrigas, avisamos a Jack, para marchar. De vuelta a Bangkok paramos en Kachanaburi, principalmente conocida por el rio Kwai y su famoso puente.

El puente, inmortalizado en la película, fue construido por prisioneros de guerra de los japoneses y en condiciones infernales durante la Segunda Guerra Mundial con la finalidad de unir Tailandia y Birmania, y así facilitar el trasporte de tropas y mercancías. Sin embargo, fueron tantas las personas que murieron en su construcción (entre trabajadores locales y prisioneros aliados) que este ferrocarril pasó a ser conocido con el trágico nombre de el “Tren de la muerte”.




Atravesamos el puente andando, pero da un cague impresionante, su anchura es la de una vía de tren, y a cada lado unos peazo de agujeros, que dejan ver el río unos considerables metros más abajo... lo más chungo es cuando te cruzas con alguien que va en sentido contrario, uno de los dos debe apartarse... y la sensación de vértigo, me hacía pensar continuamente que iba a caerme por uno de esos agujeros... jajjajaja, la verdad es que pase un mal rato!









Si vais mal de tiempo, en mi opinión, no es una visita imprescindible, aunque solo por estos pequeños habitantes que encontré por allí me valió la pena...







Este era todo un personajillo, iba de un lado para otro dando escobazos, jajjaaj y nos miraba con cara de angelito... pero era un auténtico diablillo! Nos reímos un rato con él.



Dimos una vuelta por la zona y tomamos un café, ummmmm, hacían unos cafés con leche helados riquísimos!!! después le dijimos a Jack que nos llevara de vuelta a Bangkok.

Un largo camino nos esperaba... el sol empezó a bajar y a teñir el cielo con esa luz ténue que transmite calma. Sin darnos cuenta nos dejamos vencer por el sueño y el cansancio.







A nuestra llegada a Bangkok, de nuevo y para variar en esta ciudad... ATASCO! me resulta increíble que con la cantidad de tráfico que hay, no haya muchos accidentes y lo que más me asombra es ver la tranquilidad con que se toman los tailandeses los atascos... nadie parece tener prisa...nadie pita... nadie insulta a nadie... nadie expresa el mínimo sintoma de estrés... en cambio nosotros, nos poníamos de los nervios!... de donde salen tantos coches en esta ciudad????!!! Ayyyyyyyyy!!!!

Por fin conseguimos llegar al hotel, nos damos una ducha y ala! sin descanso a rondar las calles de nuevo.

Cenamos en la zona de Patpong, y nos vamos a dar una vuelta por Chinatown.


Es una zona muy animada, llena de puestos de comida y frutas, apenas pueden verse turistas por allí, pero como siempre durante todo nuestro viaje, nunca te sientes mal recibido.


Aquí un carrito lleno de la "apestosa fruta", el durian... dicen que su sabor es bueno, pero su olor es asqueroso. Incluso está prohibido comer durian en los transportes públicos. Realmente huele a podrido...

Mañana nos vamos para Chiang Rai, y tenemos que comprar una mochila, para cargar las cosas que llevamos de más, si no queremos pagar sobre peso en el aeropuerto... así que volvemos al night barzar de lumpini y nos dan allí casi las doce de la noche... cogemos un taxi de vuelta al hotel y a dormir que mañana nos despedimos de Bangkok...