8. TRIÁNGULO DE ORO y TEMPLO BLANCO

Hoy por fin vamos a conocer a Nong!, después del día que pasamos ayer, nos levantamos tempranito más que descansados y recuperados. Hacemos la salida del hotel y nos vamos a desayunar tranquilamente hasta que llega Nong. La veo venir a lo lejos y enseguida la reconozco, ella también me reconoce, eeehhhhh! que alegría!me da un abrazo y me quedo alucinada con lo bien que habla español. Nos tomamos un café los tres, mientras Nong, nos explica un poco lo que vamos hacer y enseguida nos ponemos en marcha!

Nos subimos a nuestra peazo de furgoneta, y salimos rumbo al templo de los monos y los peces. Más cómodos no podemos ir, y charlando con Nong sin parar los traslados se nos hacen muy cortos.



Durante todo el trayecto, no dejamos de ver puestos de piña en los laterales de la carretera. La piña de Tailandia es la mejor piña que he comida en mi vida, está riquiiiisima y la de Chiang Rai especialmente.

Cuando llegamos al templo, nos rodean un montón de monos glotones, en busca de comida...

Compramos un cubo lleno de plátanos, pero estos bichejos son insaciables!! y encima te estiran hasta de la ropa, en plan: dame arrrrgooo!!! jajjajaj, mirar el de la foto...

Había de todas las edades y maneras, estos to despelundraos y más viejos

Más jovencitos...

Familias felices...

Mamás solteras con sus bebés...

qué guaposss!!

El presumido...

el feíllo graciosillo...

Yo estaba encantada con todos ellos..., y me acerco, les doy de comer en la mano... mientras Nong y Don Angelito, me decían: no te confíes tanto..., y yo... pero si son "tan monoss" y son buenos... jejjeje

Sí, sí... Bueno, eso pensaba yo, hasta que me topé con este... EL JEFE!

Menudo personaje... aparentemente tranquilo, pero terriblemente traicionero!

Me acerqué a él confiada a ofrecerle comida, primero me miró... me quitó el plátano de la mano y me pegó un zarpazo en la pierna... me aparté corriendo, no sin que antes intentara también morderme...

Pero que mono más cab...!

Después del buen arañazo que me hizo el monicaco de las narices... jejjejej, seguimos nuestro camino hacia Mae-Sai, no sin antes ver como el mono cabr... le mordía el culo a esta chica que le había dado un cucurucho... será desegradecido!!!

MaeSai es el punto más al norte de Tailandia, frente a la frontera con Birmania, es un pueblo muy ajetreado y con mucho ambientillo...

El pueblo tiene una calle principal llena de puestecillos de todo tipo, donde venden ropa, comida, y otras cosas.

Nos llama mucho la atención que mucha gente y principalmente las chicas, llevan en la cara una espécie de polvo amarillo en la cara, Nong nos dice que son birmanos. Los birmanos utilizan esos polvos para protegerse del sol, ya que allí al contrario que aquí, la piel blanca es un símbolo de belleza. Los tais no utilizan estos polvos, de manera que cualquier persona que veáis con estos polvos en su rostro aunque estéis en Tailandia, serán Birmanos seguro.

En la foto se pueden ver las bolsitas amarillas con dichos polvos, que vendían en los puestecillos.

A alguien le apetece una bolsa de "triskys" jajajja, a mi amiga MaryLuz seguro que le encantarian..., estuve a punto de comprarle una bolsita... pero me daba tanto asco llevarla todo el viaje en mi maleta... uaggghhh!!!

Aunque estuvimos justo al lado de la frontera de Birmania (Myanmar), no cruzamos, ya que Nong nos dijo que la situación estaba un poco complicada y era un poco peligroso...

Qué guapa mi Nong!

Muchos tailandeses, vienen hasta Mae Sai, para cruzar la frontera y poder jugar en los casinos birmanos, ya que en Tailandia el juego está prohibido.

Seguimos hasta el famoso triángulo de oro, en el cual hacen frontera Tailandia, Myanmar y Laos divididas por el río Mekong, y conocido por ser un importante centro de tráfico de opio.

Tailandia a intentado eliminar al completo el cultivo de opio en sus tierras, plantando en su lugar té, flores y otros cultivos...

Desde este punto, perteneciente a Tailandia, podemos ver al lado izquierdo Birmania o Myanmar y al lado derecho Laos, como única frontera entra las tres tierras, el triángulo de agua natural que forma el río Mekong.

Los tejados que se ven en el lado Birmano, pertenecen a uno de los famosos casinos birmanos.

De camino al museo del opio, pasamos por este pequeño templo, tranquilo y solitario, donde se respiraba mucha tranquilidad.

Llegamos al pequeño museo del opio, no es muy grande pero es curioso, en el puede verse explicaciones de todo el proceso de cultivo, distintos tipos de pipas, las curiosas pesas con forma de animales, e incluso distintas almohadas que utilizaban para apoyar la cabeza mientras fumaban, que curiosamente solían ser de ceramica, piedra o cualquier otro material, siempre duro!

De allí bajamos hasta el río, donde cojemos una barquilla, que nos da una vuelta por el río y nos deja en territorio de Laos.

Bajando al embarcadero, nos encontramos con estás preciosidades. El mayor, directamente me echa los brazos y se pone a llorar porque quiere que le coja en brazos... y como iba a resistirme....???

Lo difícil fue resistirse a no pegarle un bocao en esos mofletes!! ayyyyy que me lo como!

En la zona de Laos, donde te deja la barca, no hay gran cosa, muchos puestecillos vendiendo souvenirs, licores con largartos y serpientes dentro de la botella, cartones de tabaco a 3 euros y poco más...

Desde allí nos enviamos una postal a nosotros mismos, que nos hará revivir tantos buenos recuerdos, una vez ya en casa...

Nong nos pregunta si queremos comer, pero aunque ya es hora, no tenemos hambre... de aquí al Templo blanco, nuestra próxima parada, hay un buen ratillo pero preferimos ir para allá y ya comeremos cuando lleguemos allí.

El templo blanco "WAT RONGKHUN" es una de las cosas que más ilusión tenía por ver en el norte, así que estoy ansiosa por verlo!

Cuando llegamos y me situo ante él, supera todas mis espectativas... estoy impaciente por verlo pero antes vamos a comer, porque ahora si empezamos a estar un poco "desmayaos"...

Comemos en un sitio que conoce Nong, justo en frente del templo, es un pequeño restaurante familiar, que hacen comida muy casera, y todo está buenísimo!!

Con las pilas cargadas nos disponemos a entrar al templo y justo en la entrada nos encontramos con este curioso cartel que prohibe entrar borracho... por algo será... jajjaja

El templo es realmente precioso, y diferente a la mayoría. Es un templo moderno, de hecho aún está en construcción. Se está construyendo gracias a un famoso pintor tailandés, nacido en el pueblo donde se haya el templo, él ha invertido todo su dinero y dedicación en esta maravilla, para ayudar a la gente de su pueblo, atrayendo al turismo y dando trabajo a todos sus habitantes.

Es alguien muy querido y admirado por todos, y no me extraña, porque su obra es realmente admirable.

Sin duda para mí el templo más bonito de Tailandia.

Mención a parte merece su interior. Dos increíbles pinturas a cada extremo del templo, representando el bien y el mal.

A espaldas de Buda, la pintura que representa lo espiritual, el bien, la paz...

y en su lado opuesto, una espéctacular crítica al mundo en que vivimos, representando todo lo malo, el lado más material y oscuro del hombre.

Si observais este pequeño trocito de mural, se pueden ver las torres gemelas, el petróleo... al completo es realmente impresionante, lástima que estuviese prohibido hacer fotos.... jejejje, algo es algo, no?

Salimos de allí maravillados..., es una pena que no esté totalmente terminado, pero espero poder volver algún día a ver el resultado final.

Después del buen sabor de boca que nos deja el Templo blanco, nos ponemos rumbo a Chiang Mai, 183 km nos separan de la ciudad y ya empieza a atardecer... así que nos acomodamos en la furgoneta...

y partimos guardando esta preciosa imagen en nuestra memoria...

Ha sido un día largo, pero aún y así, llegamos al hotel, duchita y mercado nocturno.

Nos dan las 12 de la noche entre regateo y risas con los vendedores, hasta el momento es el mercado que más nos a gustado para comprar y nos prometemos volver otra noche.

Por hoy ... no más!